martes, noviembre 28, 2006

El Maestro se sienta bajo un laurel, ordena las ideas en parlamentos y las destruye: alisa una tablilla y escribe. Se termina el espacio,el Maestro abre la alforja de lino, toma otra tablilla, también la escribe; otra, una más y casi todas las que trae. Termina de escribir y las envuelve ordenadas dentro del paño.
El escriba toma las tablillas, copia el texto en papiros y las destruye.
La comedia está lista, el Maestro la lleva al teatro y entre los actores y el público la destruyen.
Después la muerte del maestro, las guerras, el derribamiento de templos, los siglos y la quema de bibliotecas. Los papiros caen en mala zanja y fuerte lluvia los destruye.
Destruida, la comedia viaja en borbotones que carraspean, crujen y se embarran hasta llegar a los monasterios. Los escolásticos complementan las atetizaciones alejandrinas: interpretan la comedia, conjeturan sobre los pasajes destrozados, la multiplican en cientos de cartapacios que se reúnen en libros provistos de tapas, títulos, miniaturas y éxplicites donde dice: “Quien escrivió este libro de Dios paraíso amén Fulano del Monasterio le escrivió etcétera
Más tarde la imprenta: se separan los tipos en palabras, los talleres venden la comedia a los ricos y los ricos la destruyen.
Hacia el fin, brotan universidades en toda la tierra. Los catedráticos demuestran el modo en que la comedia pertenece a un cierto estado de sociedad desaparecida, analizan imágenes y tropos, buscan conexiones, derraman hermenéutica y la destruyen.
Ahora la comedia está por fin completa y ordenada. El texto está impreso en hojas blancas como el yeso, la traducción está anotada y comentada sin lugar a novedades relevantes; los versos están numerados, las editoriales y las bibliotecas asignan a la obra un número inequívoco en el catálogo universal de todos los libros; se han señalado con precisión cuáles son las interpolaciones tardías y hasta existen ejemplares con estudios preliminares del Maestro y su comedia. Todo tiende a que la comedia se fije en los rieles que parecía haber perdido mientras la Historia.
Entonces aparecen los bachilleres que obtienen fotocopias de la comedia y le subrayan tramos con resaltadores fluorescentes, la apostrofan con asteriscos y se sirven de los personajes y las ideas que el Maestro había destruido bajo el laurel, a saber, hacen literatura asignándoles nuevas aventuras y se conducen según los postulados del Maestro cuando van de madrugada a los bares; y destruyen la comedia, y son los encargados ocasionales de que no muera.

1 Comentarios:

A la/s 3/12/06 01:26, Anonymous Anónimo dijo...

Fascinante el embudo de palabras del 9 de noviembre, te saluda y se apropia de tus letras una flor con olor a jazmin.

http://www.fiordelys.blogsource.com

Tuve el atrevimiento tambien de postearlas en mi blog, si hay molestia pronuncia.

 

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