- Pada pdender el cigadilho.
- ¿Qué cigarrillo?
- El que me compdé recién. Dale. Adudame a buscadgo.
- No. Mejor vamos al espejo, Juan Carlos.
- ¡Qué epejo ni qué miedda! ¡Dade, adudame!
- Qué tipo cuadrado sos, Juan Carlos. No me dejás decírtelo con ingenio. Tenés el encendedor en la boca, pelotudo.
2 Comentarios:
Cavilando el chiste, Petrovich, he llegado a la conclusión (algo precipitada dirá usted) de que el mismo pertenece a un género poco explorado y, claro, aún menos explotado. ¡Qué lo parió!
Si conocés una forma de transformar todo eso bonito que dijiste en dinero, me avisás.
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal